México se postula como uno de los más exitosos destinos de salud. En los siete últimos años, el país ha duplicado prácticamente sus ingresos en el turismo de salud. La mayor parte de los usuarios proceden de Estados Unidos que, aprovechando la cercanía y lo económico de las intervenciones, se acercan al otro lado de la frontera para volver con algún “arreglito” hecho. También muchos mexicanos que residen el EE.UU. y vuelven a su país por no poder afrontar la cara medicina de su lugar de adopción.
Las remodelaciones estéticas no saben de crisis y el turismo médico está cada vez más de moda. ¿Por qué la denominación de “turismo”?
Hay varias razones para aprovechar el viaje. En primer lugar, las técnicas quirúrgicas requieren de un tiempo de recuperación más o menos prolongado en función de la importancia de la cirugía. Los pacientes aprovechan este tiempo de recuperación para visitar lugares de alrededor. Antes de regresar se puede pasar una revisión médica para recibir “el alta definitiva” y volver a casa con los efectos de la intervención atenuados.
Tailandia es el destino que más turismo recibe por parte de aquellas personas ansiosas de mejorar alguna zona de su cuerpo, seguido de México.
Aunque pueda parecer que este tipo de turismo se ha creado en los últimos tiempos, se tiene constancia de que ya existía en las civilizaciones egipcia y griega.
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