¡Ya basta! Las compañías aéreas siguen luchando por limitar el espacio de los asientos en los aviones con el fin de aumentar más el número de plazas en cada vuelo. ¿El resultado? Que cada vez tenemos menos espacio en los vuelos y estos se hacen más incómodos y pesados, sobre todo para aquellas personas de estatura alta que tengan que estrechar las piernas. American Airlines fue la última compañía del país norteamericano en anunciar que quería reducir más el espacio entre asiento y asiento, siguiendo los pasos de otras aerolíneas rivales.
Y aunque la Comisión de Aviación de EEUU dio visto bueno al proyecto, una ONG decidió demandar a las compañías aéreas. Ahora, un tribunal de apelaciones ha dado la razón a los demandantes, ya que «los asientos son cada vez más pequeños y los pasajeros más grandes«. Unas declaraciones un tanto polémica por parte de los jueces, que indirectamente hacen referencia al creciente problema de obesidad que existe en Estados Unidos.
La ONG tiene razón en un argumento importante: reducir tanto el espacio en los aviones para meter a más pasajeros podría generar peligros a la hora de evacuar el espacio en caso de emergencia.
En los últimos años, varias aerolíneas han conseguido reducir el espacio en los asientos y la distancia entre filas. De esta manera, pueden introducir a un mayor número de pasajeros y obtener más beneficios. Este tipo de medidas no hacen más que generar una imagen negativa que las compañías no parecen interesadas en querer combatir.
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