El Ponte Vecchio es uno de los lugares de Florencia que ningún viajero se puede perder. Florencia presume por sí misma de historia y de cultura. No hay un solo rincón donde no se sienta el paso del tiempo impregnado en sus piedras.
Entre las innumerables obras de arte de las que podríamos hablar, en esta ocasión hemos elegido el Ponte Vecchio, el más importante de los puentes que salva las aguas del río Arno. Su caudal divide en dos partes la ciudad del arte. El Ponte Vecchio ha vivido su propia historia florentina. Además es un lugar imprescindible para contemplar la puesta de sol, con las fachadas de las casas reflejándose en las aguas del río Arno.
El puente es el más antiguo de Europa. Fue edificado con madera primero y piedra posteriormente. Es un puente único por sus características casas colgantes y las tiendas que se sitúan en su recorrido. La primera construcción del Puente Vecchio, de madera, se debe a los romanos; pero por culpa de las crecidas del río, el puente ha tenido que ser reconstruido en varias ocasiones.
El primer puente se destruyó entre los siglos VI y VII. Las inundaciones y las guerras de los bárbaros fueron los culpables. Posteriormente el puente pasó sucesivamente por varias destrucciones y reconstrucciones hasta que, después de una inundación sufrida en 1333, fue reconstruido totalmente en el año 1345. En esta ocasión se eligió la piedra como material de construcción. El proyecto se debe al pintor italiano Taddeo Gaddi. Es conocido que los artistas del Renacimiento dominaban tanto la arquitectura como la escultura o la pintura, por lo que no sorprende que esta construcción fuera dirigida por un pintor.
En 1565 el Gran Duque Cosme I de Médicis, con motivo de la boda de su hijo Francisco con Juana de Habsburgo-Jagellón, encargó a Giorgio Vasari la construcción de un corredor que, pasando por el Ponte Vecchio y la Galería Uffizi, permitiera desplazarse desde el Palacio Vecchio hasta el Palacio Pitti. Así, el Gran Duque, que por entonces no gozaba de las simpatías de su pueblo, evitaba mezclarse con la plebe.
En ocasiones las visitas por el enigmático e interesante corredor están abiertas al turismo.
Leyenda del amor en el Ponte Vecchio
Cuenta la leyenda que si los enamorados ponen un candado en cualquier parte del puente y después tiran la llave al río, su amor perdurará para siempre. Esta tradición, que existe en muchos puentes del mundo, actualmente está prohibida, bajo pena de multa, por la innumerable cantidad de candados acumulados a lo largo del tiempo. Los mandatarios de la ciudad han procedido a quitar muchos de ellos, dejando algunos para el recuerdo.
Parece que la historia fue invento de un cerrajero al que no le iba muy bien el negocio, es decir, que todo esto fue producto del marketing de otros tiempos.
Si quieres ser uno de los diez millones de turistas que visitan Florencia cada año, no se te olvide pasar por el Ponte Vecchio.
Curiosidades del Ponte Vecchio
- Se cuenta que los negocios que se instalaban en el puente estaban libres de tasas e impuestos.
- Cuando los comerciantes no pagaban sus deudas, las autoridades competentes mandaban destruir los puestos de venta. De este hecho se dice que se originó la palabra “bancarrota” (banco-rotto).
- Los primeros negocios que se instalaron eran de carnicería fundamentalmente. Los propietarios lanzaban al río los restos y vísceras que no se vendían y las aguas desprendían un hedor insoportable. Más tarde, según las órdenes de Cosme I, los negocios se reconvirtieron y se establecieron en el lugar orfebres joyeros.
- Cuando se construyó el corredor de Vasari, la familia propietaria de la Torre Mannelli se negó a que ésta fuera destruida, como se pretendía en el proyecto inicial. Finalmente el corredor se construyó rodeando la torre con un estrecho balcón soportado por una serie de arcos.
- Durante la Segunda Guerra mundial las tropas alemanas en su retirada, el 4 de agosto de 1944, y ante la inminente llegada de los aliados, dinamitaron todos los puentes de la ciudad Florentina. Todos menos uno. Según algunas fuentes, fue un mariscal de campo el que convenció a Hitler para “salvar” el Ponte Vecchio y otros monumentos. Según otras fuentes parece que el mismo Hitler ya se había rendido a la belleza de Florencia y mandó respetar el puente. Aunque el Ponte Vecchio no fue destruido, sí se derribaron los edificios que había a su alrededor con el fin de impedir el acceso al puente. Por este hecho, las edificaciones que hay actualmente rompen el entorno medieval del resto de las construcciones .
- Más recientemente, en 1966, la región de la Toscana sufrió un fuerte temporal de lluvias que afectó a Florencia desbordando el río Arno e inundando parte de la ciudad. Varias obras de arte sufrieron serios desperfectos, entre ellos el puente Vecchio. A raíz a de estas inundaciones aparecieron los “Ángeles del fango”: miles de jóvenes italianos que, superando lo inhóspito del lugar, pusieron manos a la obra recuperando las obras de arte damnificadas.
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