Hemos encontrado el lugar idílico para disfrutar de un baño en una piscina natural rodeado de naturaleza. Y ¡lo más exclusivo! La “piscina” puede ser para ti solo.
Nos encontramos en el Valle del Jerte, en el norte de Extremadura (España), dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. La confluencia de las aguas de los Arroyos de Los Tres Cerros y del Collado de las Yeguas es el origen de unas pequeñas cascadas que cubren de agua los denominados Pilones.
Los efectos naturales dan lugar a multitud de formaciones. En este caso los pilones se han creado con la fuerza de la erosión de pequeños fragmentos de piedras que, con la intensidad del agua, producen remolinos circulares. Este hecho repetido en la roca de granito durante miles de años da como resultado la formación de pilones sucesivos.
Cómo llegar a Los Pilones naturales de Extremadura
Desde la localidad de Plasencia, ciudad fundada por Alfonso VIII de Castilla en 1186 y cuyo emplazamiento fue estratégico en la Reconquista, hay que dirigirse en coche por la carretera que se adentra en el Valle del Jerte. Entre las poblaciones de Jerte y Cabezuela del Valle, municipio más poblado de la comarca, se encuentra el acceso al Centro de Interpretación de la Reserva Natural de la Garganta.
Una vez allí, hay que aparcar el coche para comenzar una ruta a pie, siguiendo la señalización. No hay posibilidad para el despiste.
El camino asciende entre los bosques de robles por la ladera derecha de la garganta. El chasquido de las cascadas será la banda sonora de esta ruta cuyo destino no permite desilusión ninguna. Antes de llegar a los pilones, disfrutarás de una panorámica general del entorno desde el Mirador del Chorrero de la Virgen, un lugar estratégico entre los arroyos de Putopadre y Riscoencinoso, donde un pequeño salto de agua va aumentando el caudal y desde donde se divisa una magnífica vista panorámica de la cascada denominada del Manto de la Virgen.
Ha trascurrido una hora aproximadamente desde el comienzo de la ruta a pie y hemos llegado al objetivo. Entre pequeños saltos de agua, las pozas serpentean descendiendo por las rocas y depurando el agua continuamente. Hora de refrescarse en el agua cristalina, entre pececillos que juguetean sin parar.
Es frecuente compartir el pilón con familiares y amigos disfrutando del paisaje.
La zona está rodeada de maravillosas gargantas. Entre todas te recomendamos visitar la Garganta del Collado de las Yeguas. Según cuenta la historia, cuando Carlos V se instaló en Yuste, visitó este paradisíaco lugar y al coronar este Collado manifestó: “Ya no pasaré otro puerto más que el de la muerte”. Y así fue: ya no abandonó estas tierras, falleciendo en Yuste en 1558.
Cuándo ir a Los Pilones Naturales de Extremadura
Cada época tiene su encanto particular.
Si lo que más te gusta es disfrutar del baño, el verano es la mejor época para ello, aunque hay que tener en cuenta que también es la más concurrida, acudiendo familias enteras huyendo de las altas temperaturas de las zonas urbanas.
En la primavera hay menos afluencia de público, por lo que el entorno se vuelve más silencioso. A los que les guste el agua fría también se pueden dar un baño sin aglomeraciones. En esta estación, el lugar presenta una variedad de colores. Entre los bosques verdosos aparece una floración en tonos morados, blancos y amarillos.
En otoño se puede acudir sobre todo para ver el Bosque del Rebollo, un castañar que aparece como un bosque rojizo en esta estación del año.
En invierno el frío y la lluvia pueden resultar incómodos. A cambio se pueden ver las cascadas con un mayor caudal de agua.
Si quieres completar la excursión, también puedes visitar cualquier localidad cercana: Plasencia, Jerte , Tornavacas o Hervás. En esta última se encuentra una de las juderías mejor conservadas de España. Además, en cualquier localidad de la zona podrás degustar los excelentes productos de esta parte de la Alta Extremadura.
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