Situado entre el municipio de Taichung y el condado de Hualien, el Parque Nacional de Taroko en Taiwán es uno de los lugares que no se puede dejar de visitar si te encuentras en la asiática “Isla Hermosa”.
El parque nacional cuenta con unas cien mil hectáreas de naturaleza y recibió este nombre por la garganta del Taroko. Reúne una gran belleza natural entre montañas, costa, fauna, gargantas y hasta acantilados de mármol. Todo esto y mucho más figura entre la enorme riqueza que la naturaleza le ha regalado a esta zona de Taiwán.
Las Gargantas del Taroko están formadas por una serie de acantilados que se han creado a causa de la erosión del río Liwu en las rocas.
Con razón la tribu Truku, una de las catorce tribus aborígenes de Taiwán, bautizó este lugar con el nombre de Taroko, que significa “magnífica y hermosa”. En la actualidad, en la zona todavía viven unas 5.000 personas nativas aisladas de la civilización. No tienen agua potable, electricidad, ni edificios modernos. De hecho, se molestan cuando «alguien del mundo civilizado entran en su terreno».
En cuanto a la fauna cuenta con especies como el Oso Negro, jabalíes, reptiles y varias especies de macacos entre otros animales. También son características las arañas, que impresionan por su tamaño y colores. Afortunadamente, no parecen ser venenosas. Hay que tener cuidado al caminar para no caer en una de sus impresionantes telarañas.
Envueltos en el paisaje se pueden encontrar grutas y templos con las características orientales, que nos hacen recordar el lugar del planeta en el que nos encontramos. El verde forestal contrasta enormemente con las construcciones humanas. Las autovías del lugar fueron construidas en los años 70 por más de 5.000 trabajadores que hicieron la labor con sus propias manos y con la ayuda de explosivos. Unas 226 personas perdieron la vida en el proceso. En la actualidad hay un templo que conmemora el nombre de las víctimas, pero se encuentra cerrado debido a los grandes daños que ha sufrido por culpa de los terremotos y los tifones típicos de la zona.
De todas las zonas del parque hay una destacable que no se puede dejar atrás: el túnel de las nueve vueltas donde se encierra espectacularidad y el misterio a la par. Desde el interior del túnel, y a través de los orificios de la roca a modo de ventanales, se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la garganta del Taroko.
Otros lugares emblemáticos son la Gruta de las golondrinas; el Puente Pudu, que cruza la garganta; la Tianfeng Pagoda, ubicada en una colina y que merece ser visitada tanto por su entorno como por su interior y el templo Eternal Pring Shrine (Eterno Manantial) donde una cascada a los pies del santuario nos dará la bienvenida.
El Parque Nacional de Taroko es uno de los principales destinos turísticos de toda la isla, especialmente visitado por los taiwaneses y los chinos. Sin duda es un lugar obligatorio para los amantes del senderismo, la montaña y de los deportes de aventura como el barranquismo, el piragüismo o la espeleología.
Si se desea acampar dentro de Taroko, existe una zona destinada para ello, es conveniente realizar la reserva con anterioridad para asegurarse la plaza.
La zona fue reconocida como Parque Nacional Tsugitaka-Taroko en diciembre de 1937, siendo Taiwán una isla perteneciente al Imperio Japonés. Después de la Segunda Guerra Mundial una vez derrotado y expulsado el ejército japonés, la República de China asumió el control de Taiwán. En 1945 se abolió el parque, siendo reconocido de nuevo como tal en 1986.
La estancia en esta zona natural se puede completar con una visita a la cercana ciudad de Hualien, una de las tres ciudades más visitadas de la isla de Taiwán, gracias a su cercanía al parque.
Cómo llegar al Parque Nacional de Taroko
Desde Taipéi, capital de la isla, se puede viajar en tren hasta Hualien. El trayecto tiene una duración de dos horas. Los trenes en Taiwán son extremadamente puntuales. También se puede viajar desde la localidad de Khaosioung. En este caso la duración es de seis horas.
Al llegar a Hualien se debe comprar el ticket de entrada al parque y subir a alguno de los autobuses que te llevará a recorrer el parque Taroko. La visita con guía es asequible y resulta más cómoda para evitar las muchedumbres.
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