Unos desconocidos han puesto su objetivo en La Sirenita, tiñendo de rojo su estructura como protesta por la caza de ballenas en las islas Feloe. A los pies de la escultura reza un mensaje: “Dinamarca defiende a las ballenas de las Islas Feroe”. Una vez más, la escultura más famosa de Copenhague ha sufrido un maltrato como forma de protesta, según recoge el diario El Mundo.
Las Islas Feroe, territorio danés situado en el Atlántico Norte, conserva una costumbre ancestral. Primero atraen hacia la bahía a los delfines calderones. Después de darles caza y matarlos, reparten su carne entre los habitantes del lugar.
Suponemos que La Sirenita, siempre reivindicativa, apoya la lucha contra esta costumbre.
El monumento más popular de Copenhague paga constantemente su popularidad. Cada vez que algún grupo hace alguna reclamación, sea del signo que sea, eligen el escaparate que supone la inocente Serenita que vigila el puerto de la capital danesa. En los últimos años, la famosa escultura ha sido objeto de todo tipo de ataques públicos y, aún así, sigue siendo el centro de atención de todo turista que se acerca a Copenhague.
Además de cubrir su estructura con pintura de diferentes colores, en función de la reclamación correspondiente, y cubrir su pétreo cuerpo con diferentes atuendos, La sirenita ha sufrido varias mutilaciones y decapitaciones que posiblemente le hagan replantearse volver a su hábitat: el agua.
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