¡Conviértete en un prisionero de lujo! Y no nos estamos refiriendo a ser el jefe de un patio carcelario, ni el capo de una mafia en prisión, sino de la posibilidad de disfrutar de una estancia en una prisión. ¡No te asustes!, porque la cárcel de la que estamos hablando ha sido convertida en hotel de lujo.
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Si eres fan del ambiente carcelario y no te pierdes ni una serie con esa ambientación, ésta es la oportunidad para sentirte protagonista. Te recomendamos una antigua prisión turca de estilo neoclásico y hoy convertida en el hotel Four Seasons Sultanahmet.
Esta prisión se encuentra en Estambul, se construyó en 1918 y hasta 1969 funcionó como cárcel. Estaba situada al lado del Palacio de Justicia para facilitar el traslado de los presos a la sala donde se les juzgaba. Aquí se hospedaron como prisioneros, todo tipo de delincuentes. Desde los más anónimos rateros hasta políticos y celebridades relevantes de esa época. También era una prisión reservada para escritores, periodistas, artistas e intelectuales. En esta cárcel estuvieron prisioneros el poeta Nazim Hikmet, el novelista Orhan Kemal o el humorista Aziz Nesin, entre otros. Por otro lado el escritor Graham Greene’s mencionó este lugar en su novela de suspense «Stamboul Train» y la poetisa americana Mayra Shapiro también hace referencia a la prisión en el poema “For Nazim Hikmet in the Old Prison, Now a Four Seasons Hotel”.
Four Seasons Sultanahmet y sus alrededores
Aunque el hotel conserva pocos resquicios de su utilización original, se pueden ver pintadas de los presos en la recepción, las puertas de madera y partes de la estructura original.
Lo que no tiene parangón con los dormitorios originales, son la habitaciones actuales donde se puede disponer de todo tipo de comodidades: obras originales de artesanos turcos, lujosas alfombras hechas a mano, televisor de plasma, minibar, baños de mármol o conexión wifi. Y no sólo las habitaciones, en el patio interior donde antes paseaban los presos, ahora se ubica un espléndido jardín acristalado y decorado con arte turco y objetos de la época otomana.
El espacio se completa con un comedor donde degustar las delicias culinarias turcas. En la azotea se encuentra el salón A´YA desde donde se pueden divisar las mejores vistas de la ciudad y, mientras que se disfruta del paisaje urbano de Estambul, se puede saborear una copa de su extensa carta de vinos de distintas regiones de Turquía, al mismo tiempo que contemplamos la basílica ortodoxa del siglo VI Santa Madre Sofía, también llamada Hagia Sofía que posteriormente fue mezquita y en la actualidad es un museo. Y cerca de ella La Mezquita Azul, la más importante de Estambul, construida por el sultán Ahmed entre 1609 y 1616.
El afán por la reutilización de espacios caducos no tiene límites: silos convertidos en hoteles, palacios que se convierten en museos, casas antiguas transformadas en bares de copa para el ocio nocturno, castillos utilizados para grandes celebraciones como son las bodas y un sin fin de edificaciones modificadas para darles otra vida antes de sucumbir a la ruina.
En este caso es grato encontrarse con la rehabilitación de un lúgubre lugar y verlo convertido en un confortable hotel que conserva resquicios de su historia.
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