Vancouver, Seattle, Everett y sus alrededores
Los servicios de streaming de series y películas se han convertido en una nueva forma de ocio, haciendo que el turismo seriéfilo cobre más fuerza.
El efecto contagioso que tienen algunas series influye en nuestro gen viajero: ¿Quién no ha visto una escena y ha dicho “quiero ir ahí”? Por suerte son muchos los lugares del mundo a los que la industria cinematográfica ha dado personalidad y popularidad.
Una de mis grandes motivaciones cuando elijo un destino es lo que éste significa para mí y últimamente están bastante inspirados en las series que me han impactado. Hace unos meses decidí que pasaría unas vacaciones de película entre dos de los países con los escenarios más filmados gracias a su diversidad paisajística y a su contraste: Canadá y Estados Unidos. Entre ellos me decanté por descubrir los platós al aire libre de Vancouver, Seattle y Everett.
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Vancouver: el nuevo Hollywood
Siendo la ciudad más destacada de la Columbia Británica, con permiso de Victoria, Vancouver es un gran hervidero cultural.
Además de acoger lugares maravillosos como el concurrido mercado de Granville Island o el vistoso barrio de Gastown, la ciudad canadiense se ha convertido en un lugar ideal para rodajes.
Hay una razón muy obvia que ha hecho que Vancouver haya desplazado a otros lugares icónicos como New York o Los Ángeles de su posición en el cine: la económica. Rodar aquí abarata con creces los presupuestos, permitiendo que muchas series puedan continuar varias temporadas. Además, las academias de cine están aprovechando esta época de bonanza para atraer más talento al país.
Una serie que puso a Vancouver en el mapa fue Smallville. Sí, la historia de un joven Clark Kent tenía muchas tomas en una gran urbe, algo deslocalizada y llamada Metrópolis. La cantidad de rascacielos que acoge no tiene nada que envidiar a otras grandes ciudades del país vecino y encajaban a la perfección con la idea de megalópolis.
Entre los puntos más destacados que podemos visitar está el Marina Building, uno de los edificios Art Decó más significativos de la isla y que marcan el legado británico de Vancouver y que hacía de sede del Daily Planet, periódico donde trabajaban Lois Lane y Clark Kent. Asimismo, muchos edificios del centro de la isla también fueron utilizados para representar las oficinas de Lex Luthor.
Sin dejar de lado los superhéroes, Vancouver es el escenario de una de las series más candentes de estos últimos tiempos: Riverdale. Basada en los cómics de Archie, su estética y sus tramas múltiples han cautivado a la audiencia. Aunque la ciudad no está tan representada como en otras series, sí han usado el estado de British Columbia para rodar escenas, especialmente exteriores. De hecho, los estudios han estado aquí instalados.
Riverdale podría ser cualquier ciudad de un país desarrollado, pero en Vancouver encontraremos los lugares más famosos de la serie.
En el 330 W de Pender Street, una de las calles que cruzan la ciudad, podemos ver la flamante portada de The Permanent Building, que recrea la entrada del edificio de la casa de Verónica. Actualmente alberga un espacio para eventos, pero la portada, de corte neoclásica, nos da pistas de que solo pueden vivir personas de alta clase como la familia Lodge.
A pesar de que Vancouver tiene un sistema de transporte público muy eficiente, es una ciudad fácil para moverse en coche, siempre y cuando no temas a las indicaciones en inglés o el cambio automático no te intimide. Esto te dará libertad para moverte a otros puntos muy interesantes como el Riverdale High, uno de los institutos donde más acción vemos en la serie.
Aunque tiene un aspecto muy común, dimos con él. Se trata del Lord Byng High, situado en West Vancouver, un bello y tranquilo barrio residencial, ¡Su fachada exterior sale en todos los capítulos!
Si tienes tiempo durante tu estancia, los alrededores de Vancouver son una delicia gracias a su vegetación densa. Por ello son también el escenario perfecto para el misterio. Es el caso del famoso río Sweetwater, que además pone imagen a la cabecera de la serie, que en realidad se trata del Alouette Lake.
Tampoco dejes de hacer una parada en el diner que da escenario al Pops, el café donde siempre se reúnen Betty, Judhead, Archie y Verónica para ejecutar sus planes. En la vida real es el Rocko’s, en Mission, a una hora de Vancouver, y lleva regentado por la misma familia durante generaciones.
Son muchas las series que han usado esta maravillosa ciudad como parte de su entramado: Altered Carbon, Roxanne,… Pero también son cientos las películas que se han rodado en la Columbia Británica. El Planeta de los Simios, Los Cuatro Fantásticos o Yo, Robot son solo algunos ejemplos.
Más allá de la dimensión cinematográfica, Vancouver es un destino fantástico para visitar al menos una vez en la vida.
Seattle: Starbucks, grunge y muchas series
La costa oeste de Estados Unidos sigue creciendo a nivel exponencial y una de las ciudades que más riqueza está aportando es Seattle. Aunque tiene muchas desigualdades sociales, está en la cresta de la ola por muchas razones.
La cadena de cafés más icónica del mundo tiene sus orígenes en Seattle: Aquí se puede visitar el primer Starbucks y su roastery, donde incluso puedes hacer visitas guiadas para saber todo sobre esta cadena. También el titán de la distribución Amazon tiene su sede principal en Seattle, donde sus oficinas corporativas dominan el downtown.
Siempre ha sido una ciudad bastante gris, con un clima algo variable que le da un halo de melancolía. Este sentimiento, muy presente en la arquitectura y fisionomía, fue el paisaje perfecto para uno de los movimientos musicales más influyentes del siglo XX: el grunge. Figuras como Kurt Cobain, Chris Cornell o Pearl Jam son la voz de un Seattle roto y pesimista. Pero, además de su legado cultural y económico, Seattle es una ciudad llena de vida que merece la pena pisar.
Las series y las películas han visto en su skyline y sus sinuosas calles, el espacio idóneo para filmar. Por ejemplo, la archiconocida película y trilogía Cincuenta sombras de Grey ha puesto en el mapa a la ciudad mostrando su lado más lujoso y lascivo.
Una de las series que más visibilidad ha dado a la ciudad ha sido Anatomía de Grey. Prácticamente han salido en ella todos los iconos de la ciudad a lo largo de todas sus temporadas. Aunque si hay algo que la identifica, son las vistas desde Kerry Park, en Queen Ann Hill, hacia la zona del Space Needle, el mirador más conocido de Seattle. Además, siempre es un placer coger un ferry hacia Bainbridge Island.
Si nos remontamos a los años 90 y dejamos la ciudad por un rato, encontraremos el secreto mejor guardado del estado de Washington: los escenarios de Twin Peaks. Da igual a qué generación pertenezcas. Twin Peaks fue, es, y será uno de los fenómenos televisivos más impactantes y un icono de la cultura pop. Y muy cerca de Seattle podremos seguir los pasos del Agente Cooper por un día.
A menos de una hora encontramos la maravilla natural de Snoqualmie Falls, lugar que da nombre a un pequeño pueblo. Su paz solo se ve perturbada por algunos curiosos y frikies de la serie. Estas cataratas, con el Great Northern Hotel como telón de fondo (ahora convertido en el lujoso Salish Spa and Hotel), permanecen en la retina de millones de espectadores. Se puede ver desde dos miradores, el alto y bajo, unidos por una bonita y frondosa senda interior.
Además, la mayor tienda de souvenirs está justo en el punto de información contiguo al hotel, lugar donde cualquier seguidor de la serie quemará su tarjeta de crédito porque hay cosas preciosas y originales para llevarse.
Pero si realmente quieres hacer la ruta al completo, además de necesitar un coche necesitarás tiempo para visitar todos los escenarios repartidos por el estado de Washington. Eso sí, afirmamos que no será un problema conducir por esas largas rectas franqueadas por los abetos Douglas.
La zona en sí misma es también transitada por lugareños que huyen de la grisácea Seattle en busca de aire puro. A pesar del aura misteriosa que rodea la serie, es un lugar de lo más pacífico, con bancos de niebla y frondosa vegetación que engalanan a ratos la vista como si estuviéramos en la misma serie.
Otro de los iconos vivos es el Double R, el diner de turno en la serie. Está claro que los norteamericanos suelen hacer girar parte de su vida social en torno a un café y éste en concreto, da lugar a muchas tramas. Su nombre real es el Twedes Cafe y en él siguen sirviendo la mítica cherry pie con su café, el que tantas veces pidió el Agente Cooper en Twin Peaks.
Su comida está basada en los clásicos All-day breakfast y grandes hamburguesas llenas de amor y sabor, y sus precios son muy ajustados para ser un lugar de culto. Por dentro es un auténtico museo y, aunque sufrió un caótico incendio, está conservado como el primer día.
Otros espacios han corrido peor suerte con el paso de los años, como es la comisaría de policía. Fue convertida en un circuito de rallies, pero aún se puede ver allí el coche de policía de la serie que hará las delicias de los fans.
Y sin duda no hay viaje a la tierra de Twin Peaks sin visitar la curva más famosa, aquella que indicaba el acceso a la población.
Situada en la Reining Road, es una de las experiencias más chocantes porque realmente las vistas son inconfundibles. Desafortunadamente, el cartel que decidieron instalar en 2017 tuvo que ser retirado por daños irreparables, así que hay que usar la imaginación.
Aunque la fandom wiki es inagotable en cuanto a emplazamientos de la serie, al menos merece la pena dedicar un rato a disfrutar de los que mencionamos para llevarse un recuerdo increíble para los más fanáticos de Twin Peaks.
Everett, una ciudad de serie
Posiblemente no sepas dónde está, pero el universo friki llega hasta aquí como si fuera algo contagioso.
Entre Seattle y la frontera con Canadá existe una tranquila población que alberga varios lugares vinculados, de alguna forma u otra, con las series.
En pleno barrio residencial podemos visitar la casa de Laura Palmer, en el 708 33rd St. Incluso si está la actual dueña de la casa, no tendrá ningún problema en dejar pasar a los más acérrimos seguidores de Twin Peaks. La decoración original ya no se encuentra, pero impactará parar frente a la fachada de uno de los escenarios más tétricos de la serie.
Esta ciudad esconde otro tesoro con fines más comerciales y posiblemente la mayor tienda que hay sobre la Tierra: las oficinas de Funko. Para quién no sepa lo que es un Funko, se trata de esos pequeños muñecos de cultura pop que tanto se han popularizado.
Su valor en el mercado, según la tirada, puede ascender hasta los 3.000 dólares. Están vinculados con series, cine o música y los hay para todos los gustos. La gente aguarda cola desde las cinco de la mañana para hacerse con la edición especial del día. Aquel que entra, seguro que sale con uno o varios de la tienda.
¡Seguiremos saciando vuestra sed de conocimiento de localizaciones de series en un futuro cercano!
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