Las bajas temperaturas que está sufriendo la ciudad de Chicago nos está proporcionando unas bellas imágenes de la naturaleza helada: árboles con ramas de hielo, esculturas envueltas en una capa de cristal helado, el agua de las fuentes convertida en cascadas de estalactitas, el lago Michigan cubierto de témpanos de hielo y un sinfín de preciosas estampas invernales.
Sin embargo, a pesar de las bellas estampas protagonizadas por el frío, las bajas temperaturas han provocado cierres de edificios y varios incidentes con tuberías que han explotado e inundado algunas calles.
Si quieres viajar a la «ciudad del viento«, la estación invernal no es la más recomendable. Un intenso frío con grados bajo cero nos puede dejar helados en poco tiempo. Sin embargo, si te gusta el frío y no te importa moverte entre las bajas temperaturas, es un buen momento para disfrutar del cambiante paisaje que envuelve la ciudad de Chicago en invierno. Viajar a Chicago en esta época del año, de baja actividad turística, puede ser beneficioso para el bolsillo. Aunque navegar por la ciudad de la arquitectura pueda convertirse en una tarea más complicada, lo bueno es que podrás vivir la ciudad como un local más.
En cualquier caso si ésta no es tu temporada favorita y prefieres temperaturas más templadas, te recomendamos una visita en otoño o en verano, época en la que puedes disfrutar de largos paseos por los lugares más emblemáticos de la ciudad.
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