Borocay, una de las islas más hermosas del mundo, se tomará vacaciones. El gobierno de Filipinas prohíbe turistas durante seis meses para su ‘rehabilitación’.
De arenas blancas y aguas cristalinas, con temperatura perfectas, éste es uno de los destinos favoritos de turistas de todo el mundo. Borocay suele encabezar los listados de las mejores islas de la tierra y hay que valorarla como tal. Por ese motivo, creemos que la medida prohibitoria es más que justa, aunque haya generado polémica.
No más turistas en Borocay.
Este pequeño paraíso de poco menos de seis kilómetros cuadradss, es víctima de su propia popularidad. El turismo desenfrenado e inconsciente está causando estragos en la naturaleza. Solo en 2017 la isla recibió unos 2,1 millones de visitantes.
Si bien es cierto que los millones de turistas gastan casi el equivalente en dinero (1 millón de dólares), contribuyendo así a la economía del país; están, al mismo tiempo, destruyendo su encanto.
Los problemas de la popularidad
Boracay no solo tiene que lidiar con la degradación ambiental. También existen otros problemas como la congestión del tráfico, el manejo insuficiente de los desechos sólidos, la construcción ilegal, las disputas sobre la propiedad, la pesca ilegal… y la lista continúa.
En febrero, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, calificó a la isla de «pozo negro». En aquel momento le dijo al secretario de medio ambiente, Roy Cimatu, que le daría seis meses para solucionar el problema: «Limpia la maldita cosa«.
Por ese motivo, el gobierno anunció el cierre de la isla. Su apertura está programada para el mes de septiembre, aunque todavía no se ha establecido una fecha exacta.
¿Cómo se cierra una isla?
En principio, a los residentes se les permitirá ir y venir con libertad. Pero tanto los turistas locales, como los extranjeros, tendrán prohibida la entrada a partir del 26 de abril. Los puertos, aeropuertos (Caticlan y Kalibo) continuarán operando; no obstante, las personas no podrán visitar el gran atractivo. Por ese motivo, Philippine Airlines y Cebu Pacific Air confirmaron que ofrecerán reembolsos y cambios de reserva.
El Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR), los Departamentos de Interior y Turismo, y las autoridades locales, están trabajando para decidir exactamente cómo implementar la medida.
Entre los objetivos principales destacan la mejora del ecosistema, la construcción de un sistema de alcantarillado, la eliminación de estructuras ilegales, y la inspección de edificaciones a fin de que cumplan con las normas medioambientales y de construcción.
Esta no es la primera vez que un país toma medidas drásticas para preservar el medio ambiente. En 2004 lo hizo Malasia, que cerró todos los hoteles en Sipadan; y recientemente Italia prohibió en la famosa y concurrida playa de La Pelosa, el uso de toallas.
Esto manifiesta que, en cuestiones medioambientales, ninguna medida es demasiado ilógica.
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