Rocco es un bulldog francés de tres años de edad que llegó a nuestras vidas tras ser rescatado por una asociación. En el pasado había sido maltratado. Lo tenían encerrado en un balcón donde vivió su primer invierno en Barcelona. Desde que llegó a nuestra casa se convirtió en parte de la familia. Sus problemas de comportamiento fueron mejorando con el tiempo y finalmente decidí dar el paso que tanto me ilusionaba: ¡viajar con mi perro por Europa! A continuación os cuento lo que pasó.
Para empezar, viajamos cuatro personas. Alquilamos una furgoneta vintage que tenía cocina, camas y, a pesar de ser antiguo era cómodo, sobre todo para Rocco. Salimos desde Barcelona con destino a Italia, haciendo varias paradas en Francia.
Viajando en una furgoneta Volkswagen de 1984
El camino por Francia es agradable. En cada pueblo hay paradas para viajeros que están muy bien equipadas: estacionamiento, baños, merenderos y sobre todo, muchas zonas verdes para que nuestros amigos de cuatro patas puedan hacer un poco de estiramiento fuera del vehículo, además de sus necesidades fisiológicas, claro está.
En el camino conocimos lugares como Girona en Cataluña, y la hermosa ciudad costera de Narbona en Francia, cuyo canal de la Robine, la hace tan mágica como romántica.
Cerca de los alpes, Grenoble lucía espléndida bajo las montañas con su arquitectura del siglo XVIII y sus secretos por descubrir.
Un perro haciendo turismo por Europa
A Rocco no se le dan nada mal los viajes. De hecho, parece disfrutarlos al máximo descubriendo por sí solo los espacios y por si fuera poco, suele ser el centro de atención de otros turistas que incluso se hacían fotos con él. Eso sí, tuvimos la precaución de comprar un bolso para cargar perros medianos para utilizarlo cuando se cansara.
La mayoría de los restaurantes en los tres países son amigables con los animales, siempre que decidas sentarte a comer en sus terrazas. Algunos incluso permiten que los perros estén dentro de los establecimientos.
Por otro lado, aunque el viaje fue planificado para dormir en la furgoneta, también hubo momentos en los que tuvimos que recurrir a Airbnb y a las casas de algunos familiares. Lo importante es siempre dejar claro que vas en compañía de un perro.
Rocco conoció Turín y le encantó
Rocco paseó por la Piazza Statuto, también conocida como la Puerta del Infierno, con su imponente monumento al Traforo del Frejus, que según creen algunas personas, tiene un pasado oscuro. Torino es una ciudad vinculada con la lucha. Además destaca por ser el lugar donde se dice que se encuentra el manto sagrado de Jesucristo o Sábana Santa, ubicada entre dos ejes esotéricos.
Turín es el tercer vértice de magia blanca, junto a Lyon y Praga, pero también es el tercero de la magia negra, con San Francisco y Londres; motivo por el que presume de estar cargada de energía. Por ejemplo, se cuenta que en el lugar en el que fue construida la Piazza Statuto solían ejecutar a quienes incumplían la ley. Además, el monumento frente al que posa Rocco, fue elevado en homenaje a las personas que murieron durante la construcción de un túnel que une a la ciudad italiana con Francia.
En la cima, se puede observar a Lucifer. Hay algunos atrevidos que dicen que ese es, precisamente, el lugar donde se encuentran las puertas del infierno. Pero bueno, Rocco pasó de todo eso y realmente disfrutó de la grama y el calor del verano. Bebió agua de sus fuentes y como si nada. Como dato curioso, solo Turín y Madrid han construido monumentos con «el señor del mal».
Qué visitar en Turín con tu perro
Turín es una ciudad ideal para visitar con perros debido a todos los parques y naturaleza con los que cuenta.
Además tiene importantes monumentos y lugares para visitar como el Palazzo Carignano, la Piazza San Carlo, el Museo Egipcio, la Mole Antonelliana (famosa por ser la imagen de la moneda de dos céntimos de euro), la Piazza Castello, la Iglesia de la Gran Madre di Dio, Villa della Regina, el río Po, entre otros.
Con una historia fascinante en la que han participado importantes personas como Friedrich Nietzsche y Nostradamus, Turín se presenta como un destino perfecto para viajar con tu perro, siendo bien recibida tanto por sus ciudadanos como en el transporte público y en los establecimientos.
Tal vez no sea una de las principales ciudades europeas, pero vale la pena conocerla y aún más si te acompaña tu mascota.
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