Se impone poco a poco la costumbre de pesar a los pasajeros antes de emprender un viaje en avión. La noticia parece sorprendente pero ante las explicaciones de la compañías, parece que a la mayoría de los pasajeros no les importa que les pesen.
La razón de esta medida radica en la necesidad de conocer el peso total del contenido de la aeronave. Además del peso del pasaje, hay que tener en cuenta la distancia entre los trayectos y la duración de los vuelos. Si la carga del avión es muy elevada, se tiene que reducir el combustible; pero si el vuelo es de larga distancia, se debe disminuir el peso de la carga, con lo que hay que reducir pasajeros y/o carga; por ello se considera que es una cuestión de seguridad.
Con respecto a lo relacionado con el peso de los pasajeros, hay diversos factores que influyen en el peso. Además de la envergadura, hay que tener en cuenta la época del año en la que se viaja. En invierno los pasajeros pesan más, por llevar ropa de abrigo. También está comprobado que los viajeros que vuelan para hacer turismo, llevan más enseres que los que viajan por negocios.
La compañía Finlandesa Finnair ha comenzado a «pasar por la báscula» a sus pasajeros desde el actual mes de noviembre. Los pasajeros, de forma voluntaria, son pesados con su equipaje de mano. Finnair se suma así a otras compañías: la estadounidense Hawaiian Airlines y la asiática Uzbekistan Airways, que anteriormente ya llevaban a la práctica esta medida.
Actualmente las compañías aéreas han tomado la decisión de calcular ellos mismos el peso total del avión cuando hasta ahora, las aerolíneas se guiaban por las medidas de la EASA (Agencia Europea Aérea), que proporcionaba unos pesos estimados de mujeres y hombres.
De momento, parece que el hecho de pesar a los pasajeros no tiene mayor repercusión, aparte de tener en cuenta el peso total por lo referido anteriormente.
Sin embargo, hay una nueva aerolínea, Samoa Air, que empezó su andadura en 2016 y que de forma obligada hace que los pasajeros tengan que «confesar» su peso. Además, por cada kilo de más según, una tarifa establecida, los pasajeros tiene que abonar una cantidad extra, concretamente de 44 céntimos en los vuelos nacionales y de 80 céntimos en los internacionales.
Samoa Air vuela sobre todo en torno a las islas del Pacífico donde, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), hay un mayor número de personas obesas.
El jefe ejecutivo de Samoa Air, Chris Langton, ha declarado que una vez superado el primer impacto por la medida, la acogida entre los clientes ha sido «increíblemente positiva». «La gente que pesa más de 200 kilogramos es consciente de que debe pagar más», dice el ejecutivo.
Es posible que más de uno se haya planteado ponerse a régimen para mejorar su salud y de paso poder viajar de forma más económica.
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