De las prohibidas Escaleras al Cielo de Hawaii pasamos a las mismísimas Escaleras al Infierno. Oahu es una isla llena de secretos y de senderos con recorridos imposibles. Koko Crater, los restos de un antiguo volcán de la isla del Pacífico, es uno de ellos y te avisamos de que si quieres hacer este recorrido, prepárate a poner a prueba tu resistencia física. La tarea no es sencilla ya que la escalada es de 365 metros de altura y de ascenso continuo. De hecho, los servicios de emergencia están más que acostumbrados a realizar labores de rescate en este sendero, con unas 12 intervenciones al mes. Tal es el riesgo para los senderistas, que el ayuntamiento de Honolulu está considerando seriamente la posibilidad de echar el cierre a este recorrido.
Llegar a Koko Crater es sencillo, lo difícil es coronar su cima. En la base observamos una antigua vía de tren hecha de madera con láminas de acero, pero con varios fragmentos corrompidos por el paso del tiempo. Cuando observas el recorrido desde abajo, nunca te imaginas que un camino recto pueda ser tan intenso. Una vez que te hayas puesto a caminar sobre las vías del tren, te darás cuenta de por qué los locales llaman a Koko Crater «las Escaleras al Infierno».
El ascenso es empinado, pronunciadamente empinado. La primera fase es sencilla, pero el cuerpo nota la intensidad del ejercicio y te pedirá agua rápidamente. Lo más duro llega a mitad de camino, momento en el que, durante unos metros, el suelo de debajo de las vías desaparece. A tus pies solo tienes el vacío de la montaña y las tablas de acero de las vías. Si das un paso en falso, podrías caerte entre las vías. Y créeme cuando te digo que es fácil caerse, ya que la sensación de vértigo y la inclinación de la montaña no ayudan a mantener el equilibrio. Un truco es ponerte a cuatro patas y usar las manos para ir escalando este pequeño tramo.
El resto es levemente más sencillo. Solo tienes que hacer unas pausas por el camino para no quedarte sin aliento, ya que queda el último tramo: ascender por el lado más pronunciado de la ladera de la montaña. Es importante que realices esta actividad cuando no haga mucho calor o al amanecer.
Una vez hayas coronado la cima, las Escaleras al Infierno te premiarán con unas espectaculares vistas de 360 grados de la isla de Oahu y sus azuladas aguas. El esfuerzo habrá merecido la pena. Quédate un buen rato tumbado y descansando en este lugar. Es refrescante y los pulmones se recargarán con aire puro.
Y mientras que a la mayoría de las personas les cuesta más ascender, puede que haya unos casos en los que la bajada se complique. Las rodillas van a sufrir al amortiguar el peso del cuerpo en una cuesta muy empinada. Tómate el proceso con calma, pero te será más rápido bajar que subir.
Aviso: si no consigues coronar la cima de Koko Crater, entonces no intentes realizar el recorrido de las Escaleras al Cielo.
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