El puente Rakotzbrücke, también denominado Puente del Diablo, se construyó con una silueta premeditada: un puente en arco que acaba formando un círculo, con su propio reflejo en el agua. Rematando los extremos del puente, unas finas y afiladas formaciones rocosas adornan aún más el entorno, que cuenta con cerca de dos mil columnas hexagonales de basalto.
Se dice que su singular estructura, solo podía haber sido obra del propio Diablo.
Para ver este original puente, enmarcado en un paisaje de cuento de hadas, hay que ir hasta el Parque de los Rododendros, uno de los parques más grandes de Sajonia, situado en la pequeña localidad de Kromlau en Alemania, a 138 km de Berlín.
El puente de piedra color gris oscuro, piedra típica del lugar, se construyó en 1860 para salvar las dos orillas del lago Rakotzsee. Por su impactante forma, adquirió de la época medieval la denominación referente al Diablo; en ese período histórico se creía que lo inverosímil era obra del dueño del infierno.
Friedrich Herrmann Rötschke adquirió en 1842 la Mansión Klomlau. Poco después, en 1844, mandó construir uno de los parques más grandes de Sajonia, el Parque de los Rocodendros, conocido actualmente como el Parque Kromlauer. En el centro de este parque se construyó el puente Rakotzbrücke.
El Parque Kromlauer, es conocido por sus formaciones geológicas pero además, es un verdadero paraíso para los amantes de la botánica, con variedades poco habituales como el roble negro del este, el roble escarlata o el roble de los pantanos. En una extensa zona de 200 hectáreas habitan numerosos lagos rodeados de azaleas, tulíperos y rododendros, entre otras plantas. Actualmente aún existen árboles originales plantados por Rötschke. Un estanque de nenúfares contiene uno de los hábitats más valiosos, con plantas como el brezo de turbera o el té del labrador del norte.
El parque dispone de unas noventa hectáreas para el disfrute de sus visitantes, que pueden acceder a él de forma gratuita, en cualquier época del año. Si se quiere realizar una visita guiada, también se puede hacer por un módico precio.
Además de los exteriores del parque se puede visitar la Mansión, el Kavaliershaus y por supuesto el puente Rakotzbrücke, su entorno es la zona más visitada del parque.
La época más recomendable para visitar el parque es la primavera, cuando el variado colorido de la floración resulta ser el mejor regalo para la vista. Si no te gustan las aglomeraciones de gente, debes evitar los fines de semana y el verano, ya que es cuando hay un mayor número de visitantes.
Una advertencia a los visitantes: el puente se puede ver, pero está prohibido transitar por él.
Es posible pernoctar en el parque, para ello hay bungalows y un camping de pago donde pasar la noche y aprovechar al máximo la estancia en este lugar.
La leyenda del Puente del Diablo
Al igual que otros puentes con esta misma designación, las leyendas rodean su origen. Una de ellas cuenta que un pastor necesitaba cruzar de una orilla a otra del lago. Como le resultaba imposible llegar, hizo un pacto con el diablo para que le construyera un puente en el transcurso de la noche. A cambio, el diablo se lo cobraría llevándose el alma del primero que lo cruzara. Una vez construido, el pastor engañó al diablo atrayendo a un animal para que lo cruzara en primer lugar. Y así el pastor y todos los habitantes del lugar pudieron cruzar el río sin que el diablo les llevara consigo.
Curiosidad: Los puentes con forma de arco construidos de piedra, fueron inventados por los antiguos griegos. Posteriormente los romanos utilizaron el cemento en la construcción de sus puentes en arco.
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