¿Estás planeando un viaje por el sur de California? ¿Te tienta la idea de «dar el salto» al país vecino y visitar México? Te contamos cómo desplazarte hasta Tijuana y vivir un día inolvidable entre ceviche, Coronas y carritos de comida. La misión es más sencilla de lo que te imaginas.
Para todo aquél que visita el sur de California, hay dos ciudades con parada obligatoria en su recorrido: la ciudad del cine, Los Ángeles y el espectacular San Diego. Si vas a realizar este recorrido y te planteas la idea de visitar la ciudad fronteriza de Tijuana, pero no sabes cómo hacerlo, descuida: te contamos cómo hacerlo.
Para ello partiremos de la ciudad fronteriza de San Diego. Recomendamos que disfrutes de esta localidad californiana durante unos días. Sus playas, comida, zonas de fiesta y puntos turísticos no dejan indiferentes a los turistas (sobre todo a aquellos que hayan salido de Los Ángeles con cierta decepción). San Diego es poco conocido a nivel internacional, pero sorprende por su belleza inigualable y por su ambiente «relajado», con un toque conservador.
La pregunta del millón: ¿cómo puedo llegar hasta Tijuana? En primer lugar, no te olvides de llevar tu pasaporte español y tu ESTA. Por su parte, los expats no tendrán problema al regresar si enseñan su visa y documentos correspondientes. Asegúrate de que si eres estudiante, tengas el permiso correspondiente para poder viajar a México (te sellarán tu documento en el centro de estudiantes internacionales).
Si tienes un coche de alquiler y solo quieres visitar Tijuana durante un día, la mejor opción es conducir hasta la frontera de San Ysidro (San Diego) y dejar el vehículo en un parking público. El precio suele oscilar entre los 15 y 20 dólares al día. El resto es fácil, porque la frontera se encuentra a escasos pasos de estos aparcamientos. Basta con seguir las indicaciones hasta llegar a unas puertas sin retorno. No necesitarás ningún tipo de visa para entrar a México desde Tijuana, ni te encontrarás con controles de pasaporte al entrar. Así de fácil.
El cambio de paisaje y atmósfera te impactarán en un primer momento. Pasarás de la riqueza estadounidense a una zona en la que se vive una cultura radicalmente diferente. «¿Cómo puede ser que una ciudad sea tan distinta de otra en tan solo diez pasos?», te preguntarás al entrar en Tijuana. Unos segundos después, al atravesar un enorme puente, te fijarás en ese infinito muro que separa un país de otro y que tanta polémica genera. Camina durante unos minutos, todo recto, para atravesar el puente del río Tijuana (que suele estar seco y en el que encontrarás viviendo a algunas familias). A continuación darás con la Avenida de la Revolución, la calle más turística y segura de la ciudad. Aquí puedes disfrutar de bares, restaurantes y, por supuesto, sombreros de mariachi.
En Tijuana no es recomendable coger un taxi, al menos que se tenga la certeza al cien por cien de que es oficial. Si quieres salir de la Avenida de la Revolución y coger un taxi, lo mejor es hacerlo con un algún amigo que viva y conozca bien Tijuana, si no, no es aconsejable. Los precios los puedes negociar antes de entrar en el vehículo.
Para regresar a Estados Unidos, simplemente deshaz tu recorrido y sigue las indicaciones hasta llegar a la frontera. No tiene pérdida. Cruzar la frontera de regreso a Estados Unidos es un proceso más rápido si vas andando. La cola suele tardar entre una hora u hora y media. En coche la experiencia puede prolongarse más de cuatro horas. Cuando llegues al agente de Estados Unidos, muestra tu ESTA, tu pasaporte y responde a las preguntas habituales. Asegúrate de no traer comida o plantas de México contigo.
En estos momentos, el paso de San Ysidro es seguro, pero siempre es recomendable comprobar el estado de la frontera a través de la web oficial del gobierno estadounidense.
Experimentando el Norte de México en coche
Si Tijuana te parece insuficiente, hay otras dos ciudades que puedes añadir a tu ruta: Rosarito y Ensenada. La primera se encuentra a una hora y media de coche. En Rosarito vivirás una experiencia radicalmente mexicana. No dudes en explorar los dejes restaurantes locales y no dejes de probar el ceviche, una especie de ensalada de pescado o gambas muy refrescante durante épocas de calor. El ceviche y una buena cerveza mexicana es una combinación excelente para Rosarito.
Ensenada se encuentra a dos horas de Tijuana. La carretera no está en buen estado, aunque ha sido reparada recientemente tras unos derrumbes que se produjeron en 2013. Esta ruta escénica te lleva por un paisaje tranquilo hasta llegar a una ciudad más turística que Tijuana. En Ensenada se vive un ambiente seguro, de diversión y con buenas playas. Los surfistas darán con un paraíso de olas cerca del Puerto de San Miguel. No dejes de comer en la Calle Primera y de recorrer el malecón de la ciudad. A unos 40 minutos de Ensenada, en coche, llegarás a la famosa «Bufadora», un géiser provocado por el choque de las olas del océano contra las rocas. Todo un espectáculo. Por la noche, la discoteca de moda es el «Papas & Beer».
Será más seguro si pasas la noche en Ensenada y regresas al día siguiente a Tijuana, preparado para lidiar con la larga espera de coches. Por último, te chivamos un truco: si te vas a quedar en un hotel, pregunta si tienen «permiso médico». Muchos hoteles ofrecen este certificado que te ayudará a pasar a una fila de coches en la frontera que avanza de manera mucho más veloz.
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