Si te encuentras de «road trip» por la costa Oeste de Estados Unidos, deberías hacer el esfuerzo de acercarte al Gran Cañón del Colorado. ¿Cuándo es la mejor época del año para visitar esta maravilla de la naturaleza? En los meses de temporada baja, como octubre y noviembre (antes de que comience la temporada de nieve) y de febrero a finales de mayo. Por lo tanto, ahora es el momento perfecto para planear tu próximo viaje en carretera.
El Gran Cañón del Colorado es una de las maravillas del mundo. Imagina poder disfrutar de estas vistas tú solo, sin ruidos, sin tumultos. El silencio más profundo. La nieve y el frío alejan a los viajantes inexpertos, pero atraen a aquellos que quieren saciar su espíritu aventurero. En junio comenzará la temporada alta, así que ahora es el momento perfecto para poner rumbo al Gran Cañón.
Hay dos senderos principales que conducen hasta lo más profundo del Cañón. El primero, y más popular, Bright Angel, tiene un recorrido que se extiende en unos 16km; mientras que el segundo, South Kaibab, es más corto (11 km), pero con un nivel de dificultad más elevado. Ambos recorridos se pueden hacer un día, pero recomiendo buena forma física para ello.
Tu aventura debería comenzar sobre las 5 ó 6 de la mañana para llegar al Gran Cañón, ideal para ver el amanecer y para hacer todo el recorrido antes de la puesta de Sol. Por si acaso, siempre deberías llevar a mano una linterna y recordar bien tu camino de vuelta, porque hay mucha bifurcación y, por lo tanto, es fácil perderse.
BRIGHT ANGEL
La recomendación más famosa que todo senderista que se dirige al Gran Cañón escucha es: “bajar es fácil. Lo difícil es volver a subir”. Y, efectivamente, así es. Descender hasta el corazón del Cañón por este sendero se puede hacer en cuestión de horas. El objetivo es llegar hasta la parte inferior del Cañón, darte una vuelta y volver a ascender antes de que anochezca.
SOUTH KAIBAB
No llega a ser tan popular como Bright Angel Trail, pero su recorrido es único y puedes hacer parte de él en caballo. En este sendero tendrás que lidiar con el barro, el agua, el hielo y, sí, la nieve, en la estación de lluvias y frío. Si quieres llevar la aventura a su máximo extremo, entonces podrás acampar en la base del Gran Cañón, pero para ello necesitarás obtener un permiso especial (a veces tienes que conseguir tu permiso con meses de antelación).
La mayoría de senderistas que se atreven a recorrer South Kaibab se quedan en la primera parada. A partir del kilómetro seis, muchos se dan la vuelta y se pierden un auténtico espectáculo de la naturaleza. El pequeño camino rojizo parece extraído de Marte y, pasados unos kilómetros, tu esfuerzo se ve recompensado con las increíbles vistas al río Colorado. Si vas mal de tiempo, entonces recomendamos que des la vuelta llegados a este punto, porque el resto de la bajada se complica. Los caminos se ensanchan, pero los escalones serán cada vez más empinados. La subida es dura. Tras cinco minutos de esfuerzo empiezas a darte cuenta de que te falta el aliento y, aviso: las rodillas serán las que más sufran durante el recorrido. Intenta alternar tu peso en ambas rodillas.
Te recomiendo que consultes las condiciones de las carreteras y los senderos en la página oficial del Gran Cañón antes de planear tu visita. La clave del éxito en los viajes, suele estar en su correcta planificación.
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